lunes, 29 de febrero de 2016

Obama ahorcó la paloma de la paz

 ¿Qué gana un premio por la paz?
Tomado de desmotivaciones.es

Por: Alejandro Rayran*


A los 9 meses de estar recorriendo los pasillos de la Casa Blanca en Washington, y con muy escasos logros, Barack Obama recibió el premio nobel de paz en Oslo el 12 de octubre de 2009. El comité que otor­ga dicho reconocimiento afirmó que el galardón le fue entregado porque era un “llamado a la acción” y en reconocimiento a sus ideas.

Pero pasaron solo 17 meses para que Obama au­torizara su primera intervención militar en Libia; ac­tuación tradicional e histórica de los Estados Unidos en el mundo. Según el mandatario de Norteamérica, aquella operación militar, respaldada por el Con­sejo de Seguridad de las Naciones Unidas y sopor­tada por la OTAN, era por motivos exclusivamente humanitarios. Según Obama la intervención era de extrema urgencia porque: “nosotros sabemos que si esperamos un día más, Benghazi podría sufrir una masacre que habría resonado a través de la región y manchado la conciencia del mundo”.

Sus objetivos eran salvaguardar las vidas de los ma­nifestantes que estaban en contra del comandante Gadafi, quien lo acusaban de estar asesinándolos, e instaurar una “democracia” como “había sucedido” en países vecino con la primavera Árabe. Posterior a la muerte de Gadafi, Obama afirmó con alegría que: “sin poner un solo militar norteamericano en tierra, hemos logrado nuestros objetivos”.


 Blog Libia-sos
Tomado del Blog Libia-SOS
Sin embargo, esa declaración es opuesta a la rea­lidad, pues no solo fracasaron en sus objetivos, sino por el contrario, crearon una guerra civil, una crisis humanitaria y un lugar que fue aprovecha­do por los terroristas del Estado Islámico (EI);
esto último se evidencia en los ataques perpe­trados por esta organización durante el mes de enero de 2016 en las ciudades de Zliten y Ras Lanouf, lugares de yacimientos petrole­ros e importantes para el desarrollo del país.

Hoy Libia está dividido en dos bandos políticos, los liberales y los islamistas, quienes no han logra­do un consenso político desde el primer intento de elecciones en junio de 2012. Debido a esto y a di­ferentes atentados a embajadas de Estados Uni­dos y Francia, el pasado 13 de diciembre miembros de la ONU; John Kerry, Secretario de Estado de los EEUU; líderes de las dos tendencias políticas libias y representantes de otros 17 países, se reu­nieran en Roma para acordar “a dedo” el próximo Primer Ministro, Fayed Saraj, quien tiene como mi­sión, luego de posesionarse, llamar a la comunidad internacional para una nueva intervención militar con el fin de contrarrestar el grupo terrorista EI.

Estas actuaciones desnudan el carácter antidemo­crático de Obama, los países europeos con la OTAN y la ONU al imponer un gobierno sin ser elegido por el pueblo libio. Pero adicionalmente, se debe tener presente que la nueva intervención militar que desa­rrollarían estos países auspiciados por la organiza­ción internacional es para apoderarse definitivamen­te de las fuentes petroleras, antes que el EI lo haga.

Libia produce 1.55 millones de barriles por día, es el cuarto país con más petróleode África y es un gran exportador de esta materia prima a países europeos (Italia 32%, Alemania 14%, Francia 10%), y Estados Unidos. De ahí que, el otro gran objetivo del nuevo gobierno libio será pasar el control de la Corporación Nacional de Petróleo de Libia a privados, cuando ésta había sido nacionalizada por Gadafi y le había permitido reducir la pobreza, como también mejorar los índices de calidad de vida del pueblo libio.


Es así que, Obama, el primer afroamericano que arribó a la Casa Blanca y el premio nobel de paz, se comportó igual o peor de imperialista que sus an­tecesores, una cifra que soporta esto, a parte de su comportamiento intervencionista en Libia y Siria, fue la autorización del lanzamiento de 23.144 bombas en el 2015.

*Twitter: @AlejandroRayran
Corresponsal Fontibón Somos Todos - Bélgica

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